
Seguro que muchas veces te has preguntado sobre cómo serían esos primeros cristianos que acompañaban a Jesús.
Muchas veces pensarás que eran mucho más afortunados que nosotros, y en cambio, otras veces pensarás que hoy en día somos nosotros los afortunados. Y lo cierto es que aunque las circunstancias cambien las dificultades acompañan a las personas.
Los primeros cristianos eran hombres y mujeres de la época, sin diferenciarse mucho de los demás. No correspondían a una clase social específica, sino a todas, y no eran de una concreta nacionalidad.
« No se distinguían de los demás hombres de su tiempo, ni por su vestido, ni por sus insignias, ni por tener una ciudadanía diferente.
Cada uno de los primeros cristianos ocupaba un lugar en la estructura social de su tiempo, el mismo que tenía antes de convertirse. Si era esclavo no perdía su condición al hacerse cristiano aunque su vida adquiriese una dimensión sobrenatural. Esa actitud cristiana lleva a una apertura grande para asimilar los valores positivos, que existían en el paganismo. Así comentará S. Justino de los pensadores paganos: “cuanto, pues, de bueno está dicho en todos ellos, nos pertenece también a nosotros los cristianos”.
(cfr. Enciclopedia GER)
La actitud para ser cristianos y la fé les venían dadas por una amplitud de miras, y espiritualidad que no existían en el paganismo. La cristiandad era la nueva corriente frente a las ideas ya establecidas de los paganos.
La vida de los primeros cristianos no tenía nada de particular
Esos primeros hombres y mujeres vivían tal y como lo hacían las personas de su época. No se excluían del resto, ni constituían grupos separados. De ahí la dificultad de diferenciarlos del resto.
Su vida no seguía un pensamiento filosófico fruto del pensamiento humano, sino más bien sus acciones constituían el verdadero sentido de su extraordinaria vida. Se adaptaban a las costumbres y forma de vivir el día a día de la comunidad en la que estaban integrados, pero su forma de vivir era lo que les hacía diferentes del resto.
Eran personas honestas
Los primeros cristianos eran personas honestas, daban las gracias a Dios y vivían en el amor y el agradecimiento.
Su vida estaba rodeada de un halo especial y único que la convertía en admiración por parte de los que estaban fuera.
¿Donde se reunían los primeros cristianos?
El desarrollo de su vida y la práctica de la fé no era fácil. En un entorno dominado por las creencias paganas, ser cristiano era una forma de romper con lo establecido.
Por eso, tenían que buscar la manera de reunirse sin llamar demasiado la atención.
Decidieron comenzar a reunirse en casas privadas, conocidas como «iglesias domésticas». Cada vez en una diferente y empezaron a llamarse iglesia, del griego ἐκκλησία que significa congregación o asamblea.
Según la tradición católica, se reunían en domingo, el día de la Resurrección de Cristo, el primer día de la semana.
